El Tótem Pulpo nos habla de nuestro cerebro y sistema nervioso, no tan sólo por su forma física imitando una cabeza, y los tentáculos como haces de nervios que salen de ella, sino por su complejo sistema nervioso, increíble para ser un molusco, con unos ganglios alrededor del esófago que forman un auténtico cerebro dividido en dos porciones y hasta incluso protegido por una masa cartilaginosa imitando el cráneo, y también porque son extremadamente inteligentes, y usan estrategias como crear confusión con la expulsión de melanina o tinta, camuflarse cambiando el color de su cuerpo con sus cromatóforos para pasar inadvertido, y mostrando una increíble creatividad para engañar a presas y depredadores.
Su cerebro dividido en dos porciones nos habla de nuestro cerebro dividido en dos hemisferios idénticos pero con funciones diferentes: el lado izquierdo que controla el habla, la lógica y la razón, es la parte científica, y funciona con palabras y conceptos, separando y analizando, y luego tenemos el hemisferio derecho que reconoce formas, patrones y sonidos, el del artista que sólo reconocemos en los estados alterados de conciencia, las relajaciones profundas o cuando estamos inspirados, y es una forma de percibir el mundo con la intuición que capta los objetos como un todo que está unido y funciona con símbolos para conectar numerosas ideas a la vez, cuya base es la telepatía y está enfocada hacia la armonía. Esta forma de conciencia que en nosotros está ensombrecida por la mental, es la forma de conciencia de los animales, la que compartimos con ellos.
Y el pulpo animal de poder simboliza a los dos hemisferios abiertos y cooperando porque también expresa todo el rango de las emociones del hemisferio izquierdo o hemisferio del corazón con los cambios de color de su piel, por tanto, es expresivo y también es fluido, casi líquido, muy adaptable y flexible, como nuestro lado emocional cambiante, y también porque tiene tres corazones, dos que usa para llevar la sangre gastada a las branquias para oxigenarla y otro que la distribuye al resto del cuerpo.
Por tanto, el arquetipo del Pulpo habla del momento madurativo en el que nuestros dos hemisferios conectan y por fin sacamos al genio que llevamos dentro, porque un elevado coeficiente intelectual no asegura la genialidad, al contrario, es abriendo y conectando con nuestro hemisferio derecho como accedemos a la verdadera inteligencia, hacemos un buen uso de nuestros impulsos, accedemos a la armonía en nuestras relaciones y finalmente a la conciencia, simbolizada por sus ojos increíbles y expresivos, muy avanzados para ser ojos de molusco que invitan a asomarnos a ellos y descubrir al gran ser que los habita.
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