Leopardo y Pantera son un mismo animal, que puede tener el pelaje con hermosos círculos característicos de colores ocres o el pelaje negro tan evocador de lo femenino. Como felinos, el Tótem Leopardo y Pantera Animal de Poder, son simbólicamente una transición hacia las formas constructivas de expresar el enojo pues no sólo buscan el bosque, la jungla y la selva, sino que este felino busca también los espacios abiertos como la taiga y la sabana para vivir. Aunque son nocturnos, se caracterizan por ser trepadores; cazan como todos lo felinos con el método del acecho, el sigilo y el ataque sorpresa, pero una vez han captado la presa la suben al árbol, y la dejan allí para alimentarse de ella a lo largo de varios días. Las ramas del árbol son elevaciones sobre lo terrenal, son las ideas. Parten todas del mismo tronco que es el pensar y hablan de nuestro lado racional, de cómo nos expresamos, por lo que el leopardo capta la presa, simbólicamente la emoción y la eleva a lo racional para observarla, analizarla, estudiarla y buscar su origen.
El leopardo en equilibrio habla de elevarse sobre lo terrenal, sobre lo emocional y ver con perspectiva, salir del secuestro de la emoción y observarla, ser el observador más que lo observado y no identificarse con nuestro personaje. El nivel de elevación emocional más sublime lo representa el Leopardo de las Nieves de las motañas de Asia Central, que vive entre los 2000 y los 4000 metros, hasta 6000 metros de altitud en el caso del Himalaya. No es trepador de árboles sino de riscos montañosos, en alturas de vértigo, cerca de las Águilas, cerca de la mismísima conciencia. Nos habla de captar las emociones y elevarlas al plano del espíritu, transformándolas en amor. En desequilibrio, es un poco como la pantera negra, es decir, quedarse pegado a tierra, quedarse en las emociones básicas y hacerse uno con ellas, creer que eres tu tristeza o tu cólera, por ejemplo, sin visión elevada, sin reflexión, totalmente identificados con nuestras emociones, creyendo que somos ellas.